Hace unas semanas me encargaron realizar un retrato. Algo inusual para mí, ya que suelo trabajar con la exageración en todos los sentidos - la geometrización, la síntesis, lo orgánico, no sólo exageración en términos de agrandar o achicar -.
Por esto advertí al cliente si había visto mi trabajo. Y como la respuesta fue afimativa, comencé a trabajar en lo que es mi primer encargo aquí en España.
Lo más importante, fue la total libertad de trabajo. Si bien debía ser un retrato realista (atenti que la caricatura también es un retrato, pero eso lo dejamos para otro día), el color, la terminación, las manchas quedaban a mi elección.
Este es el boceto enviado al cliente para el ok antes de empezar a pintar.
Y voilà le portrait terminado:
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